DECLARACIÓN MEDIO AMBIENTAL
DE LA SIERRA DE CASAVIEJA
La vertiente sur de la zona más oriental de la Sierra de Gredos, la denominada Sierra del Valle, que sobrepasa los 2000 metros de altura y conecta el Valle del Tiétar, al Sur, con el de Iruelas (río Alberche) al Norte. Este espacio se caracteriza por su intrincada orografía, lo que propicia una considerable gama de orientaciones y exposiciones que posibilitan ciertos microclimas capaces de acoger una variada vegetación. A nivel geológico se trata de un enorme afloramiento de granitoides con un relieve típicamente germánico, donde la reactivación de las fallas ha provocado su compartimentación en horst (sierras) y grabens (valles). Una de sus características más representativas son las cuencas de recepción torrencial, que a partir de la línea de cumbres, recogen el agua de las precipitaciones y dan origen a torrentes y gargantas en las que la erosión lineal origina pequeños valles en forma de V, donde a veces el agua se acumula en depresiones formando pozas que aumentan la presión turística durante los meses de verano.
La zona comprende dos zonas de protección dentro de la RED NATURA 2000 , Los LIC (Zona de interés comunitario) y ZEPA (zona de especial protección de aves ) “Sierra del Tiétar”.
Este espacio constituye uno de los escenarios mejor conservados y espectaculares de Castilla y León. Los bosques se van sucediendo desde el fondo del valle hasta casi las cumbres. Alcornocales, encinares, melojares, castañares, enebrales, alisedas junto a los arroyos, y pinares de P. pinaster o P. nigra conforman un bello cuadro, completado por tejos, piornales, cambronales y pastizales de la alta montaña mediterránea.
Respecto a la avifauna, destacan las poblaciones reproductoras de Buitre Negro (Aegypius monachus), Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti), Halcón Abejero (Pernis apivorus), Elanio Azul (Elanus caeruleus) ,Milano Negro (Milvus migrans), Águila Culebrera (Circaetus gallicus), Águila Calzada (Hieraetus pennatus), Alcotán (Falco subbuteo), Milano Real (Milvus milvus). La población de Buitre Leonado (Gyps fulvus) es muy elevada, anidando en los farallones rocosos y también se reproducen en la zona el Águila Real (Aquila chrysaetos) y el Halcón Peregino (Falco tinnunculus). Debemos destacar también la población reproductora de Pechiazul (Lucinia svecica), las ruidosas bandadas de abejarucos (Merops apiaster) o los cucos (Cuculus canorus) , más audibles que observables, en la temporada estival.
Entre los anfibios, asociados a los tramos de agua, destacamos el gallipato (Pleurodeles walti) , la salamandra (Salamandra salamandra) o el tritón ibérico (Lisssotriton boscai). Son abundantes las diferentes especies de culebras así como la víbora hocicuda (Vipera latastei). Entre los mamíferos son fáciles de observar ciervos (Cervus cervus), corzos (Capreolus capreolus) o jabalíes (Sus scroffa). La cabra montés (Capra pyrenaica) suele quedar más al oeste pero algunos grupos penetran en la zona. En cuanto a carnívoros el zorro (Vulpes vulpes) es fácil de ver mientras el tejón (Meles meles), la gineta (Genetta genetta), la garduña (Martes foina) o la nutria (Lutra lutra) son más esquivos y menos frecuentes.
La vegetación viene caracterizada por los diferentes bosques indicados anteriormente y que se distribuyen altitudinalmente. Hay dos especies protegidas que abundan en la zona y que podrían flocerer en está época. La denominada en la zona “clavellina” (Narcissus pseudonarcissus) y sobre todo la endémica de Gredos Senecio coincyi que florece por la zona de los Calamochos. También son destacables los centenarios pinos laricios (Pinus nigra), aquí conocidos como cascalbos, que aparecen en el recorrido del sendero del Puerto del Alacrán, estando incluso indicados con señales.
La vulnerabilidad de esta zona se relaciona con la proliferación de urbanizaciones dispersas y, de forma creciente, el manejo forestal en montes de propiedad particular, la reaparición del uso del veneno por conflictos cinegéticos y ganaderos, la construcción de infraestructuras (minicentrales hidroeléctricas, carreteras, líneas eléctricas) y, sobre todo, los incendios forestales. Estos últimos tienen especial relevancia ya que en este lugar se combinan condiciones extremadamente desfavorables de combustible, topografía, clima, uso inadecuado del fuego como práctica agrícola y ganadera, gran valor recreativo de los montes arbolados del lugar, proximidad a Madrid y consiguiente afluencia humana turística masiva estacional durante la época de mayor peligro de incendio (verano) para actividades recreativas de todo tipo, resultando de todo ello una alta siniestralidad de incendios forestales enormemente dañinos por estas sierras.
Hay que recordar que se trata de una zona sensible y de gran importancia ambiental y que nuestro impacto debe ser mínimo sin llegar a olvidar que somos unos invitados en una zona de gran valor ecológico.